Este artículo trata de resumir la creación del primer videojuego de la historia en los computadores de los años 50 y 60.
Hay temas que no se pueden tratar a la ligera, temas que requieren sabiduría y conocimiento. Porque no estáis preparados. Porque no sabéis de lo que habláis. Porque opináis por opinar, en definitiva ¡Por que no tenéis ni puta idea! es necesario quien aporte Rigor y Criterio.
Este artículo trata de resumir la creación del primer videojuego de la historia en los computadores de los años 50 y 60.
Maese Threepwood regresó a su habitación, su lugar de ocio habitual, para rescatar al pobre X-Wing de las malvadas garras de Logaran. Notó como la nave suspiraba aliviada en un frenesí de desplazamientos precisos y ligeros, al compás de un destrozo continuo de Tie Fighters que observaban atónitos el impresionante cambio de registro de aquel trozo de metal que, no hace mucho, traqueteaba en un vano intento por distinguir torpedo de protones de acelerador.
Análisis y opinión de la aventura gráfica Thimbleweed Park.
Eran tiempos adversos para Maese Threepwood, las tropas familiares, encabezadas por mi santa madre, trataban con ansia asesina todo aquello que pudiera suponer una diversión para cualquier miembro de la familia. Los libros de mi padre, borrado sin compasión del Círculo de Lectores, por aquello de embrutecer la sesera con cuentos de caballería, don Alonso, que diría aquel. Las actividades lúdicas de mi hermana, feliz ella saltándose clases con el sano interés por darle a la calada y el trago… y, como no, el cacharro del niño.siendo. Pero antes más. O no.
Esta entrevista se realizó por correo electrónico a Neil Dodwell, Director de Dreamweb y programador en juegos como Gran Theft Auto: Vice City Stories, L.A. Noir o Myth: History in the making, las preguntas son formuladas por un grupo de aficionados, no solo por mi.
Ah, los juegos de lucha… ¡qué tiempos! Y digo bien, ¡qué tiempos! Porque este que firma era un auténtico virtuoso de la media luna-puño-fuerte y demás variantes, un artista del combo y el rey del perfect. Un crack.
Hace mucho tiempo (y no voy a seguir con la coña del salón/dormitorio/país/cocina muy lejano), allá por el año 1994, éste que os escribe era un fanático de los videojuegos. Y lo sigue siendo. Pero antes más. O no.
Puedo prometer, y prometo, que mis primeros recuerdos videojueguiles datan de cuando no tenía más de 4 años, allá por 1988. El Army Moves y su pura intuición para sortear obstáculos, el Game Over y su imposibilidad matemática para superar una pantalla final; las maravillas isométricas de Knight Lore (a mi juicio, uno de los mejores juegos jamás programados), etc, etc.
Y no, no es ningún comentario pornográfico. Se trata de la frase que muchos adictos a los emuladores soltamos al perder la decimoséptima vida consecutiva en la primera pantalla.